Cuando pensamos en recorrer la Costa Oeste de Estados Unidos, siempre hay un tramo de carretera que aparece en todas las conversaciones: el Big Sur en California.
Más de 150 km de acantilados que se funden con el Pacífico y montañas cubiertas de redwoods que convierten la Highway 1 en una de las rutas más espectaculares del mundo.
«Nosotros mismos dudamos si incluir el Big Sur o no en el itinerario. ¿Sería tan especial como decían? ¿Merecía la pena invertir un día de viaje en ella?«
La respuesta llegó en cuanto cogimos el coche y empezamos a bordear esta costa salvaje: fue una de las experiencias que más nos marcaron de California.
El Big Sur en California no es la forma más rápida de ir de San Francisco a Los Ángeles —para eso está la autopista 101—, pero aquí la ruta es parte de la aventura. Sobre el Big Sur ya hablamos algo en nuestro articulo de las mejores rutas por Estados Unidos.

Sus pueblos costeros, playas escondidas, cascadas que caen directamente al mar y la fauna marina que aparece casi como dándote la bienvenida hacen que cada parada sea inolvidable.
En esta guía te vamos a contar qué ver en el Big Sur en California, cómo organizar tu recorrido y nuestras recomendaciones personales para que disfrutes de este viaje único en la Pacific Coast Highway.
Resumen de Contenido
- 1 El Big Sur en California: ¿por qué incluirlo en tu ruta por la Costa Oeste de EE.UU?
- 2 Cuántos días dedicar a Big Sur (¿es posible en un día?)
- 3 Mejor época para recorrer el Big Sur California
- 4 13 paradas imprescindibles en la ruta del Big Sur en California
- 5 Nuestro resumen del Big Sur, una ruta que se vive a tu ritmo
El Big Sur en California: ¿por qué incluirlo en tu ruta por la Costa Oeste de EE.UU?
Si lo que buscas es rapidez, la autopista 101 te lleva de San Francisco a Los Ángeles mucho antes.
Pero el Big Sur California no se recorre por rapidez, se recorre por emoción. Aquí la carretera se convierte en parte del viaje, en la propia experiencia.

En nuestro caso, la duda estuvo presente hasta el último momento. ¿Nos daría tiempo? ¿Sería tan especial como todos decían?
Decidimos lanzarnos y, ya en los primeros kilómetros, entendimos que habíamos hecho lo correcto.
Conducir entre las montañas de Santa Lucía a un lado y el océano Pacífico al otro fue uno de esos momentos que te reconcilian con la esencia de viajar.
🌊 Lo que hace único al Big Sur
✅ Pueblos costeros con encanto
✅ Playas donde ver atardeceres inolvidables
✅ Cascadas que caen directamente al mar
✅ Fauna marina que parece darte la bienvenida
Es el tramo de carretera donde entendimos de verdad que California no es solo ciudades, sino naturaleza en estado puro.
Y fue una de esas experiencias que completó nuestra visión de la Costa Oeste, dejándonos con ganas de volver.
Cuántos días dedicar a Big Sur (¿es posible en un día?)
La gran pregunta: ¿se puede recorrer el Big Sur en California en un día? La respuesta es sí… aunque con matices.
Madrugas, coges el coche y en una jornada recorres toda la ruta con un montón de paradas para hacer fotos, pasear y disfrutar de los miradores.
Es totalmente posible, sobre todo si tu itinerario por la Costa Oeste es ajustado.
👉 Pero siendo sinceros, lo que recomendamos a nuestros viajeros es hacer una noche en mitad del Big Sur.
✅ Disfrutas más los atardeceres y amaneceres en la costa,
✅ Recorres tranquilamente los pueblos con calma,
✅ Evitas la sensación de ir corriendo de un sitio a otro.
Eso sí, ten en cuenta un detalle que nos sorprendió la primera vez: en muchos pueblos y restaurantes de la zona todo cierra muy temprano, a las 21:00 h. Si llegas tarde, puede que te encuentres con todo cerrado.
🛏️ Dónde alojarse en el Big Sur
🏄♂️ Pismo Beach: ambiente surfero y atardeceres inolvidables.
🌲 San Luis Obispo: encanto local y la curiosa “Sequoia Apollo 14”.
🏖️ Carmel by the Sea: casas de cuento, galerías y playa de arena blanca.
Mejor época para recorrer el Big Sur California
Decidir cuándo recorrer el Big Sur en California no es tan fácil como parece.
En teoría, California presume de más de 300 días de sol al año, pero esta zona tiene un microclima muy particular: puede amanecer con niebla y despejarse después, o al revés. Es parte de su encanto.
Lo que vivimos en nuestros viajes y lo que recomendamos a nuestros viajeros es tener siempre una chaquetilla a mano, incluso en pleno agosto. (Nos reíamos antes de ir con lo de la chaquetilla).
🌸 Primavera
Una época fantástica para recorrer Big Sur. Los paisajes se llenan de flores, los parques naturales brillan con luz y color, y las cascadas como McWay Falls están en su mejor momento.
👉 Importante: la última semana de abril se celebra la Big Sur International Marathon, y la carretera se cierra al tráfico.
☀️ Verano
Clima muy agradable, cielos despejados y pocas lluvias. Es la mejor temporada para avistar ballenas jorobadas, orcas y ballenas azules.
Eso sí, en las mañanas la niebla puede sorprenderte (nosotros lo vivimos, Abigail llevaba chaquetilla en pleno agosto).
🍂 Otoño
Quizás la época más chula junto con la primavera. Menos afluencia de turistas y precios algo más económicos en alojamiento.
Además, en Octubre se puede disfrutar de un espectáculo único: la migración de las mariposas monarca.
❄️ Invierno
Aunque el clima puede ser más inestable, sigue siendo un gran momento para visitar Big Sur.
El paisaje tiene una atmósfera especial. Es también la temporada de las ballenas grises y la costa luce distinta, con menos gente y un ambiente más salvaje.
📅 Big Sur según la época
🌸 Primavera: cascadas llenas y paisajes en flor.
☀️ Verano: clima ideal y ballenas jorobadas.
🍂 Otoño: menos gente y mariposas monarca.
❄️ Invierno: calma total y ballenas grises.
13 paradas imprescindibles en la ruta del Big Sur en California
El Big Sur en California es una de esas rutas en las que cada curva esconde una sorpresa.
Desde pueblos de cuento hasta cascadas que caen directamente al mar, cada parada tiene algo especial. Estas son las que más nos marcaron en nuestro viaje:
1. Santa Bárbara
Nuestra primera parada fue Santa Bárbara, una ciudad que a veces te hace dudar de si sigues en Estados Unidos o te has teletransportado a la costa mediterránea.
No es casualidad: fue fundada por españoles y conserva esa arquitectura blanca con tejados rojizos, calles arboladas y ritmo tranquilo que nos lleva directo a “casa”.

Es un inicio perfecto para el Big Sur y, si tienes tiempo; también para una escapada vinicola: alrededor encontrarás hasta cinco viñedos para hacer un tasting de vino californiano. Entre sus rincones imprescindibles están:
✅ State Street, la arteria principal, con tiendas y restaurantes instalados en casas unifamiliares con encanto.
✅ Stearns Wharf, el muelle de madera más antiguo de California, ideal para pasear y hacer fotos.
✅ Leadbetter Beach, junto al puerto deportivo, donde puedes apuntarte a actividades acuáticas o simplemente caminar con brisa marina.
Para nosotros, el atardecer en el muelle fue un momento de esos que te detienen el tiempo: luz dorada, olor a sal y la sensación de que el viaje empieza de verdad.
2. Solvang
De repente, tras varios kilómetros de costa californiana, aparece un pueblo que parece sacado de Europa: Solvang. Una de las paradas que hay que ver en el Big Sur en California.
Fundado por inmigrantes daneses a principios del siglo XX. Es un lugar pintoresco, con molinos de viento, casas de entramado de madera y olor a galletas recién horneadas en cada esquina.

La calle principal, Copenhagen Street, es el corazón del pueblo. Allí encontrarás panaderías, tiendas y rincones curiosos como:
✅ El busto de Hans Christian Andersen, en el parque que lleva su nombre.
✅ La Little Mermaid Statue, una réplica de la famosísima sirenita de Copenhague (1693 Mission Dr.).
✅ La Solvang Bakery, donde nosotros caímos en la tentación de probar varias de sus delicias.
Si tienes un poco de tiempo extra, merece la pena acercarse al Santa Ynez Valley, una zona de viñedos cercana que completa la experiencia.
3. Pismo Beach
Entrar en Pismo Beach es sumergirse de lleno en el ambiente surfero de California. Sus largas playas, el olor a mar y las tablas de surf de locales te hacen sentir que estás en un lugar muy especial. Otra de las paradas que hay que ver en el Big Sur en California.
Lo más característico es su gran embarcadero de madera, construido en 1928, que se adentra en el Pacífico y regala unas vistas espectaculares.

Pasear por él al atardecer fue para nosotros uno de los momentos más chulos del Big Sur.
Pismo Beach es además una de las mejores opciones para hacer noche en mitad de la ruta.
Combina alojamiento acogedor, ambiente relajado y la posibilidad de disfrutar de un amanecer frente al mar antes de seguir tu camino. A nosotros nos encantó.
4. San Luis Obispo
San Luis Obispo es una de esas paradas que nos sorprendendieron por su mezcla entre tradición y ambiente.
Es un pueblo con encanto, lleno de vida, donde además puedes encontrar una de las curiosidades más inesperadas de todo el Big Sur: la Sequoia Apollo 14.
Plantada con semillas que viajaron al espacio en la famosa misión de la NASA. La dirección exacta: 699 Monterey St.

Si eres goloso, aquí tienes una parada obligatoria: la Rocket Fizz Soda Pop and Candy Shop (699 Higuera St.), una tienda repleta de caramelos, refrescos y dulces retro que parecen sacados de otra época. Es muy chulo.
«Fue uno de esos momentos que nos recordaron por qué nos gusta tanto viajar por la Costa Oeste.«
Muy cerca, a unos kilómetros, está Avila Beach, un pueblo romántico con un paseo marítimo precioso donde no es raro encontrarse con focas y delfines jugando cerca de la orilla.
5. Morro Bay
Morro Bay es un pueblecito pesquero tranquilo y encantador, dominado por una imagen que nunca olvidarás: el Morro Rock. Otra de las paradas imprescindibles que hay en el Big Sur en California.
Un imponente pico volcánico que emerge en mitad del océano. Desde allí es habitual ver leones marinos, halcones peregrinos y una gran variedad de aves marinas.

El paseo marítimo de Morro Bay está lleno de tiendecitas y restaurantes locales. Nosotros lo vivimos como un lugar perfecto para sentarnos con un refresco en la mano, respirar la brisa del Pacífico y dejar que el tiempo pasara despacio.
«Un rincón curioso que no esperábamos encontrar fue el Morro Bay Skateboard Museum (783 Market Ave.), dedicado a la historia del monopatín.»
Aunque pequeño, merece la pena visitarlo, sobre todo si te gusta la cultura skater.
6. Julia Pfeiffer Burns State Park
Este parque es famoso por una de las imágenes más bestias del Big Sur: las McWay Falls, unas cascadas de 24 metros que caen directamente desde la montaña al océano Pacífico.
Ver cómo el agua se precipita hacia la playa rodeada de acantilados es un espectáculo que parece sacado de una postal. No es en si misma la cascada, es lo raro del paisaje.

Para llegar hasta el mirador hay un sendero corto y sencillo desde el aparcamiento (ojo: es de pago).
Nosotros lo recorrimos sin problema, aunque lo que no recomendamos es bajar hasta la playa: el acceso no es seguro y está prohibido.
Estar allí y escuchar el sonido de las olas mezclado con el rumor de la cascada es uno de esos recuerdos que se te quedan grabados del Big Sur.
7. Point Sur State Historic Park
En Point Sur State Historic Park el paisaje se vuelve todavía más singular: un cabo que sobresale de la costa y que, gracias a un brazo de arena, permanece unido a tierra firme.
Desde aquí las vistas del océano son infinitas y la sensación de inmensidad es total. Esta es otra de las paradas que hay que ver en el Big Sur en California.
Lo que más nos sorprendió no fueron solo las panorámicas, sino la escena tan curiosa de ver vacas paseando tranquilamente frente al Pacífico.

Una de esas imágenes que te obligan a parar, sacar la cámara y llevarte una foto anecdótica de tu viaje.
Es también un buen punto de la ruta para hacer una pausa, respirar y simplemente dejarte llevar por la belleza del Big Sur.
8. Bixby Creek Bridge
El Bixby Creek Bridge es probablemente la foto más famosa del Big Sur. Con sus 85 metros de altura, un solo arco y construido en 1932, es uno de los puentes más icónicos de California y símbolo absoluto de la Highway 1.
Nosotros llegamos con la duda de si sería de esos lugares que decepcionan por la expectativa… pero no: la mezcla de acantilados, el mar rompiendo abajo y la curva perfecta de la carretera nos dejó sin palabras.

Y una anécdota nuestra: mientras hacíamos fotos, a un chico que estaba al lado se le voló la gorra de un soplido del viento… así que cuidado con las corrientes de aire.
«Si quieres disfrutarlo al máximo, lo ideal es pararte en el mirador que hay en la zona norte o en el Hurricane Point View, desde donde las vistas son espectaculares.»
Un detalle curioso: este es el puente que aparece en la serie Pequeñas Mentirosas.
9. Big Sur (pueblo)
Llegar al pueblo de Big Sur es encontrarte con un rincón muy distinto al resto de la ruta.
Rodeado de bosques de redwoods, aquí la carretera se convierte en un tramo más íntimo, con casitas de madera, gasolineras aisladas y locales que parecen sacados de otra época.
«Es uno de esos lugares donde vale la pena parar, aunque solo sea para repostar gasolina (recuerda: aquí las distancias son largas y no hay muchas más opciones en el camino).»
Nosotros aprovechamos también para darnos un respiro en la Big Sur Bakery & Restaurant (47540 CA-1, Big Sur, CA 93920).
El lugar tiene un encanto especial: desde desayunos americanos auténticos hasta pizzas hechas en horno de leña.
Todo servido en un ambiente rústico que parece que no ha cambiado en décadas.
10. Point Lobos State Natural Reserve
El Point Lobos State Natural Reserve es uno de los parques estatales más especiales de la ruta.
Su objetivo es proteger tanto la vida salvaje como los ecosistemas de esta zona del Pacífico, y eso se nota nada más entrar: colonias de leones marinos, aves y senderos que bordean el mar te acompañan durante toda la visita.

Las rutas están muy bien señalizadas y permiten pasear tranquilamente, siempre con vistas al océano.
«Nosotros lo vivimos como un lugar perfecto para bajar el ritmo después de tantos kilómetros de carretera y simplemente dejarte envolver por el paisaje.»
El acceso cuesta unos 10 $ por vehículo, y la entrada es válida para todos los parques estatales que visites ese día.
Existe la opción de aparcar fuera y caminar unos 20 minutos, pero a nosotros nos compensó pagar y entrar con calma.
Muy cerca está el Garrapata State Park, un lugar bonito por sus flores silvestres y secuoyas, aunque como dato curioso… también abundan las garrapatas (su nombre no engaña).
Nosotros no lo recomendamos especialmente.
11. Carmel by the Sea
Carmel by the Sea es, sin exagerar, uno de los pueblos más bonitos de toda la costa de California.
Sus casitas parecen sacadas de un cuento, con tejados inclinados, galerías de arte y pequeñas tiendas decoradas con un gusto exquisito.
«Pasear por aquí es como entrar en un cuento.»
Antes de llegar, merece la pena recorrer la famosa 17-Mile Drive, una carretera panorámica que une Carmel con Pacific Grove.

El trayecto cuesta unos 10 $ y las motos no están permitidas, pero las vistas compensan.
En Carmel destacan rincones únicos como:
✅ La Casa Hansel y Gretel (Torres St. entre la 5ª y 6ª).
✅ La Casa Barco, construida con piedras de río y restos de antiguos navíos (Guadalupe St. cerca de la 5ª Av.).
✅ La Ocean Avenue, la calle principal, llena de restaurantes y tiendas locales lejos de las grandes cadenas.
Y cómo no, la Carmel Beach, con su arena blanca y su ambiente tranquilo, es el lugar ideal para despedir el día viendo el atardecer sobre el Pacífico.
Un detalle curioso: durante dos años, el mismísimo Clint Eastwood fue alcalde de Carmel. Otro motivo más para hacer esta parada especial.
12. Monterrey
Monterrey es una ciudad con un aire más obrero que otras paradas de la ruta, pero sin perder su esencia costera.
Aquí se mezclan la herencia española y mexicana con el ambiente marino típico del Pacífico.
El lugar más popular es el Old Fisherman’s Wharf, un embarcadero lleno de restaurantes y tiendas locales donde, como es tradición en esta zona, siempre hay leones marinos descansando.

Otra visita interesante es Cannery Row, antigua zona de fábricas de conserva de sardinas que hoy se ha transformado en un distrito con tiendas, restaurantes y ocio. Pasear por sus calles te da una buena idea de cómo ha evolucionado la ciudad.
«Comer un buen plato de marisco fresco aquí es casi una obligación.»
Además, Monterrey es un excelente lugar para avistar ballenas, con excursiones a precios razonables. Según la época del año, puedes ver ballenas jorobadas, grises e incluso orcas.
13. Santa Cruz
No hay lugar más surfero en todo el Big Sur que Santa Cruz. Aquí el ambiente es joven, relajado y lleno de tablas de surf por todas partes. Es la cuna de la famosa marca O’Neill.

Uno de los símbolos de la ciudad es el Surfer’s Memorial, una estatua con un surfero y su tabla que homenajea a generaciones de locales que han hecho de este deporte su estilo de vida.
Otro imprescindible es el Santa Cruz Beach Boardwalk (400 Beach St.), uno de los parques de atracciones más antiguos de la Costa Oeste.
«El Santa Cruz Wharf es otro lugar que no te puedes perder: un muelle lleno de marisquerías, restaurantes y tiendas con ambiente surfero.»
Si buscas la mejor panorámica, acércate al West Cliff Drive, desde donde las vistas son de postal.
Nuestro resumen del Big Sur, una ruta que se vive a tu ritmo
Recorrer el Big Sur en California no es solo conducir por una de las carreteras más bonitas del mundo: es dejarte llevar por sus paisajes, parar en sus miradores, probar la comida local y sentir la fuerza del Pacífico a cada curva.
Nosotros lo vivimos así: con calma, con muchas paradas y con la sensación de que esta ruta completa la experiencia de viajar por California.
El Big Sur tiene la capacidad de regalarte momentos muy distintos en un mismo día: el ambiente surfero de Santa Cruz, la tranquilidad de Morro Bay, el encanto europeo de Solvang o las cascadas cayendo directamente al mar en Julia Pfeiffer.
«Nuestro consejo final es claro: haz esta ruta a tu ritmo.»
No importa si le dedicas un día completo o si decides dormir en alguno de sus pueblos con encanto. Lo importante es que la disfrutes, porque el Big Sur no es una carretera más: es una experiencia que se queda contigo para siempre.
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